Originalmente en inglés, traducido por Manuel Carrasco García-Moreno
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San Francisco de Borja, SJ (1510-1672)
Hay gente que desearía tener todos los talentos necesarios para el deporte: Borja no es uno de ellos. A la tierna edad de 18 años, el santo saltó al campo (la corte imperial española) listo para causar impresión. Impresionó a propios y extraños entre los ojeadores eclesiásticos tanto dentro como fuera del campo con su habilidad para ser padre de 8 hijos y no perderse nunca un entrenamiento. Pero después de que falleciera su mujer, Leonor de Castro, sintió que lo convocaban y se puso las botas de tacos para salir al segundo tiempo. Entró en la vida religiosa con los jesuitas y pronto pasó de novicio a entrenador del equipo en pocos años.
Francisco es un jugón y la primera razón es triple: el papa Alejandro VI, el rey Fernando de Aragón y el emperador Carlos V; sí, Borja era pariente de todos ellos. Este santo trae consigo un centrocampista y dos laterales que forman juntos un Dream Team de la labor misionera sin parangón en ninguna otra orden religiosa del momento. Otra razón por la que Francisco es un ganador es que aporta disciplina al juego. Fue capaz de hacer equipo religioso (los jesuitas) con tanta maestría que no es casualidad que siendo él entrenador se establecieran en Florida, México y Perú. A Francisco se le conoce por haber dicho a sus jugadores en muchas ocasiones: “Desnudos de las cosas terrenales, que podamos también abrazar la cruz”. Borja se lo toma en serio.
San Alberto Hurtado, SJ (1901-1952)
San Alberto Hurtado es un jesuita chileno más conocido por su trabajo con los pobres en Santiago. Fundó el enormemente popular Hogar de Cristo que “acoge con amor y dignidad a los más pobres entre los pobres para ampliar sus oportunidades a una vida mejor”. También supervisó la fundación de la revista Mensaje, de amplia difusión, que aborda muchos de los asuntos sociales y religiosos en Latinoamérica. Hurtado fue canonizado por el papa Benedicto XVI en 2005. Hurtado debe ser considerado un serio competidor para primer lugar por su fuerte compromiso con la justicia social antes de que eso fuera “lo novedoso”. Luchó por los derechos de los trabajadores y por el desarrollo de la Asociación Sindical Chilena. Se merece un puesto en la semifinal, más te vale creerlo.
San Francisco Javier (1506-1552)
Amigo íntimo de Ignacio y miembro fundador de la Compañía de Jesús, a Javier se le conoce mejor por su ferviente espíritu misionero que lo llevó de su España natal a Goa, las Indias Orientales y Japón. Por el camino, Javier fue bautizando a miles de personas y supervisando la formación de cientos de catequistas. Como se suele decir, la mejor defensa es un buen ataque, y por lo que respecta a Javier, sus tácticas agresivas de evangelización le ganaron a la Iglesia muchos conversos y sembraron la simiente del cristianismo en Asia.
A Javier debe considerársele un favorito. Su actitud de nunca tirar la toalla junto con una reserva inagotable de energía (y abundante gracia) deberían ponerle en el once inicial de cara a la final. Quién podría dudar de un hombre que dijo: “¡Aquí estoy, Señor! ¿Qué quieres que haga? Envíame a donde quieras, incluso a la India”.
San Estanislao de Kostka, SJ (1550-1568)
¿No es más que un rebelde sin causa de 18 años? El jugador polaco, Estanislao de Kostka, se rebeló contra su padre y su hermano mayor, pero no fue sin una causa. La familia del santo lo envió a un centro de alto rendimiento que había en Viena para jóvenes talentos de la nobleza del momento. En contra de los deseos de su padre, en lugar del juego político, Estanislao prefirió el juego religioso. Como los grandes deportistas del pasado, este joven santo demuestra lo que significa resolución. Nada iba a detenerlo de unirse al equipo conocido como la Compañía de Jesús, ni siquiera tener que andar más de mil kilómetros; ¡habría andado cien más!
Por qué es Estanislao un jugón: antes de nada, ¡ojo! No dejes que su cara de juveniles te engañe. Cuando el General de los jesuitas, Francisco de Borja, conoció a Estanislao para ficharlo de cara a la próxima temporada de noviciado, escribió sobre él: “Esperamos grandes cosas de él”. No es fácil impresionar a Borja, así que cuando ve que hay talento, puedes apostarlo que tengas a que el chico no defrauda. Hay que destacar que la destreza espiritual de Estanislao viene definidia no por lo que hace, sino por lo que no hace. En su primera temporada, después de solo diez meses de liga, Estanislao predijo su propia muerte y falleció el 15 de agosto de 1568. Estanislao no logró nada durante esta vida, excepto la unión perfecta con Dios, ¿te parece poco?
San Pedro Claver, SJ (1581-1654)
Claver nació a unos 100 km de Barcelona (España) en junio de 1581. Cuando tenía 20 años, quiso mover su juego a otra liga y entró en la Compañía de Jesús, Le enviaron a realizar sus estudios de filosofía a Mallorca donde conoció al hermano estrella Alonso “El-Fonso” Rodríguez. El-Fonso animó a Claver a entregar su vida a las misiones de Sudamérica, donde el lema era “Nueva España, dale caña”. Como era de esperar, lo enviaron a jugar la pelota a Cartagena (Colombia) en 1610. Para nada se esperaba Claver que su vida iba a cambiar para siempre por los esclavos africanos que conocería en el “Nuevo Mundo”.
Trabajo duro y entrega es lo que hacen de Pedro Claver un invitado de honor en las ligas mayores. Se ocupó incansablemente de cuidar de los supervivientes del brutal viaje trasatlántico en los barcos negreros que venían de África. Llevaba medicina, comida y palabras de alivio a aquellos hombres y mujeres que eran tratados como bestias. Insistía en que cada cautivo africano debía ser tratado como un cristiano lleno de dignidad y como resultado, más de 300.000 esclavos se bautizaron durante sus 40 años de ministerio. Le pusieron el apodo de “Apóstol de Cartagena” y tuvo un entierro digno de un héroe en 1654. A Claver se le conoce como “Pedrito Maravillas” por una buena razón: sabe cómo actuar cuando la cosa parece perdida y lo da todo hasta mismísimo final.
San Alonso Rodríguez, SJ (1532-1617)
Rodríguez entra a jugar siendo ya veterano. Su madre, esposa e hijo murieron todos con menos de un año de separación entre ellos. Luchando por su carrera como comerciante, Rodríguez descubrió una llamada tardía a los jesuitas, pero fue rechazado inicialmente por la Compañía por su falta de estudios. Él volvió a entrar en la escuela primaria para formarse y fue admitido a los jesuitas como hermano a los 40 años de edad. Aunque sufría de escrúpulos, Alonso trabajó duro como portero del Colegio Montesión en Mallorca. Allí, adoptó el papel de entrenador espiritual informal, llegando en su momento a orientar al Poderoso Claver a las misiones entre los esclavos. Rodríguez es un jugón oculto: un poco pasado de temporada, resulta ser un seleccionado potente aunque inesperado. Alonso tiene a veces problemas de moral, pero presenta un insaciable deseo de ser alineado bajo la Bandera de Cristo. Es de esperar que empiece un poco al ralentí, pero más adelante le va echando ganas. Razones para ficharlo: que su resolución calmada pero fiera; que tiene amor y dedicación absolutos a pesar de los contratiempos, y que a todos nos gusta un jugador sorpresa.
San Pedro Canisio, SJ (1521-1597)
Pedro viene siendo la prueba de que “no hay país como los Países Bajos” desde 1521. Nació en los Países Bajos pero jugó en las ligas de Alemania, Austria y Bohemia. De hecho, fue el primer holandés en entrar en la recién fundada Compañía de Jesús en 1543. Su historia es la de una cenicienta como pocas. Cuando la Reforma protestante estaba haciendo su mejor juego, Canisio contraatacaba con su predicación de renombre, varios catecismos y su preocupación por las víctimas de la peste… ¡para que luego hablen de hat-tricks! Este juego modesto le valió al “Apóstol de Alemania” no solo el apoyo de la afición sino también muchas conversiones. Fue canonizado en 1925 por sus esfuerzos.
Aquí tenemos a un jugador que no tira nunca la toalla. Cuando los debates teológicos de la Reforma estaban al rojo vivo, Canisio apremiaba a sus compañeros a recordar que los argumentos no ganan admiradores. Cuando la presión estaba a tope, él estaba ayudando a lanzar la primera imprenta católica… ¡eso sí que es tener temple! Por si no bastara con eso, el zapatito de cristal le quedaba bien a este piececito de Cenicienta cuando la muerte llamaba a su puerta. Sobrevivió una apoplejía casi mortal en 1591 y vivió otros seis años más dándole caña a su juego. En un principio podría parecer que no era un favorito…pero Canisio ha demostrado una y otra vez aquello de “La Naranja mecánica”.
San Pablo Miki (1562-1597)
¿Hijo de un oficial militar adinerado? Suena conocido, pero Miki no es un copión de otras estrellas. Pablo Miki es natural de las ligas orientales. Fue un jesuita japonés de ascendencia militar. Nacido en torno a 1562, Miki se hizo mayor de edad durante la época de apogeo del catolicismo japonés. Después de recibir su formación en una escuela de jesuitas (típica cantera), Miki entró en la Compañía. Se entrenó en la retórica de los sacerdotes budistas para poder debatir con ellos. El gobierno del emperador Hideyoshi ejecutó a Miki justo antes de su ordenación.
Estás buscando un santo en buena forma y con ganas de comerse el campo? No busques más: lo has encontrado en Miki, que anduvo en marcha más de 500 km cuando lo iban a ejecutar. Con algo del aroma añejo de la persecución al estilo romano, Miki y sus compañeros forman una escuadra formidable. Atento a sus regates evangélicos de soberbia ejecución, su conocimiento del adversario y su deseo de darlo todo. Razones para ser jugón: pasión y fuego; trabajo duro y forma física; este deportista tiene un gran gran sentido de juego.
San Juan de Brébeuf, SJ (1593-1649)
Brébeuf procede de una larga dinastía de franceses recios y robustos y es un claro favorito para esta pretemporada. Este hombretón es famoso por su constitución de gigante, su presencia imponente y su brillante intelecto que lo convierten en una auténtica locomotora del campeonato. Se unió a la Compañía de Jesús en 1617 y en 1625 se convirtió en internacional en las ligas misioneras de lo que ahora es Canadá. Como cabeza de serie, este “Apóstol de los Hurones” ganó las primeras conversiones al catolicismo en solo diez años (1635). Fue martirizado brutalmente en 1649 junto con un compañero jesuita… pero le tuvieron respeto hasta el mismo final por su valor que se salía de las estadísticas. Se comenta que Brébeuf soportó un martirio brutal, incluyendo que le arrancaran la cabellera y después le “bautizaran” con agua hirviendo.
Es difícil no apostar por Juanito B. Como uno de los mártires de Norteamérica, es el jugador de equipo definitivo. Su fortaleza mental es clave cuando piensas que no solo escribió las Relaciones de los jesuitas, sino también el famoso Villancico Hurón, que se sigue cantando hoy día. El pueblo hurón (wyandot) lo llamó “Echon”, que se traduce por “árbol medicinal”, por su diestro uso de las medicinas además de su impresionante físico. Hablemos de versatilidad: este hombre al mismo tiempo acuñó la palabra “Lacrosse” y fue el primer jesuita capaz de hablar con fluidez en lengua hurón. Qué tal se maneja bajo presión: la leyenda dice que después de que Brebeuf finalmente muriera, los indios hurón se comieron su corazón, no solo como señal de respeto sino también para lograr el valor que le permitió soportar su atroz muerte sin gritar de dolor ni una vez siquiera. No lo dudes ni por un momento, ¡este Juan es un auténtico jugón!
San Juan Francisco Régis, SJ (1597-1640)
Juan Francisco nació al sur de Francia en 1597 y entró en el noviciado de los jesuitas a los 19 años. El entusiasmo de su fe era contagioso y se esmeró en la conversión de los hugonotes franceses. Es un jugador de primera gracias a su valeroso trabajo con los enfermos afectados de la peste bubónica. Sus habilidades como predicador y evangelizador no tenían parangón ¡y se le conoce por haber convertido a la fe a multitudes enteras de un solo balonazo!
A Régis no hay que mirarle por encima del hombro por su constitución delgada y tendente a las lesiones. Es un auténtico Pit Bull lleno de valor y arrojo, pero también tiene corazón, lo cual lo convierte en una seria amenaza para los santos más conocidos y con más afición. ¡Tiene un pie puesto en la competición y más te vale creerlo!
San Luis Gonzaga, SJ (1568-1591)
Más conocido como Luis Gol-Zaga, creció arropado por un ducado italiano. Este noble canterano sabía ya desde alevín que no terminaría fichando con su dinastía ducal. De bien pequeño, a los 4 años, empezó a entrenarse como soldado y cortesano y a los 9 años hizo ya voto privado de castidad. Mostrando madurez ya desde bien pronto, este galáctico nato renunció a su herencia en 1585 en contra de los deseos de sus padres y entró en la Compañía de Jesús a los 17 año. ¿Pero a quién le sorprende esto? Luisito Maravillas recibió la primera comunión de manos de san Carlos Borromeo y tuvo a san Roberto Belarmino como confesor… ¡Épico! Tuvo que venir una peste para acabar con esta súper estrella en Roma en 1591.
Gol-Zaga no es una prima donna pero tampoco se siente incómodo en el candelero. Se siente a gusto con los elogios ganados tanto dentro como fuera del césped. Luis es el “Patrón de los estudiantes y novicios jesuitas” por ser un yogurín, pero esto no quita que pueda jugar en el patio de los mayores cuando quiera. Comenzó a cimentar su leyenda casi inmediatamente después de su muerte. Fue beatificado pasados escasos 14 años de su muerte y canonizado en 1726 por el papa Benedicto XIII. Celebramos la fiesta de san Luis Gonzaga el 21 de junio, aunque ya es inmortal por tantas razones. Cuando la peste se lo llevó tenía 23 años. Hmm, 23… ¿Coincidencia? ¡No lo creo! Este clásico lleva la grandeza en la sangre. Y punto.
San Claudio de la Colombière (1641-1682)
Este santo jesuita fue profesor particular de los hijos de Colbert1;¿qué más quieren? (vale, eran los hijos de Juan Bautista Colbert). Claudio nació en la nobleza francesa en 1641. Dejó de lado su activa vida social para concentrarse en sus Ejercicios, entrando en la Compañía con solo 17 años. Llegado el momento, los jesuitas enviaron a Claudio al colegio de Paray-le-Monial. Allí Colombière conoció a una compañera de equipo llena de visión y talento, Margarita María Alacoque. Después de ser el entrenador personal de Margarita, los jesuitas transfirieron a Claudio a Inglaterra. Allí se le acusó de participar en el Complot Papista para asesinar al rey Carlos II. El monarca exilió a Claudio a Francia donde murió dos años después a la edad de 41. Claudio toma descaradamente como modelo el Sagrado Corazón de las visiones de Margarita María. Colombière toma las herramientas básicas que aprendió en los Ejercicios y las aplica de maneras nuevas a su visión de juego. Como desventaja, Claudio se enfrenta con frecuencia a enfermedades y lesiones; pero sus instintos y su conocimiento lo convierten, desde un punto de vista global, en una magnífica elección. Razones para ficharlo: habilidad para combinar habilidades básicas con nuevas técnicas; excelentes compañeros de equipo; es un jugador duro bajo presión.
San Edmundo Campion (1540-1581)
Edmundo nació en Londres (Inglaterra). Mostró pronto su talento en el St. John’s College de Oxford. Finalmente lograría el título de Máster en Oxford y recibiría la ordenación de diácono en la Iglesia anglicana. Cinco años más tarde abandonó públicamente la Iglesia anglicana y pasó el resto de su vida escondiéndose de sus perseguidores, ya que era ilegal ser católico en Inglaterra. Llevando a cabo otro atrevimiento más, se unió a los jesuitas en 1573 y pasó gran parte de su tiempo enseñando retórica y filosofía. En 1580 se unió a una misión clandestina de vuelta a su patria, Inglaterra. Sabemos que Campion era más duro que una roca porque la pena por ser un católico confeso en Inglaterra era de tortura y muerte.
Un año después de infiltrarse en Inglaterra disfrazado de comerciante de joyas, las autoridades eclesiales y estatales de Inglaterra se olieron la presencia de Campion. Fue apresado por un espía y se le dio la oportunidad de renunciar a su fe para evitar la muerte. No nos sorprende que presentara argumentos irrebatibles para salvar su vida y la de sus compañeros en el banquillo. Desafortunadamente, los que lo habían apresado querían su muerte. En noviembre de 1581 él y algunos otros fueron sentenciados a ser ahorcados, eviscerados, descuartizados y después, decapitados. A los 41 años de edad Edmundo Campion fue brutalmente asesinado en el mismo Londres que un día se glorió de contarlo entre sus hijos. Edmundo es siempre una apuesta segura en este campeonato por su inflexible persistencia y sus agallas que son lo que hacen a Campion un campeón.
San Roberto Belarmino (1542-1621)
Uno de los defensas más leales de la Iglesia durante la Reforma, Roberto Belarmino estaba en las listas de todos los ojeadores de las divisiones inferiores durante sus estudios de filosofía y teología. Tras su ordenación, fichó en una nueva selección al ejercer de primer profesor de teología en Lovaina, dando cursos dirigidos a responder a los desafíos de Lutero y Calvino.
Acostumbrado a las polémicas, trabajó en Roma, primero en el Colegio Romano (la Universidad Gregoriana), después como escritor antes de ser nombrado rector de la Universidad y superior de la provincia de Nápoles. Los honores seguían llegando: primero llegó a galáctico cuando lo nombraron cardenal, después al equipo olímpico cuando lo hicieron arzobispo de Capua. En el último periodo de su vida pasó de jugador a entrenador: su santidad evidente edificaba a muchísima gente por medio de sus obras espirituales y poco antes de su muerte muchos eclesiásticos lo visitaban y le pedían que rezara por ellos en el cielo.
San Roque González de Santa Cruz (1576-1628)
Nativo de Asunción (Paraguay), Roque recibió un entrenamiento personalizado de su obispo primero y luego de los jesuitas cuando estos abrieron una escuela en su ciudad natal. Rechazó una posición de segundo entrenador (vicario general) en su primer equipo para empezar un nuevo club en una zona rural (las Reducciones).
Primero tuvo que enseñar a los nativos a jugar la pelota. Después tuvo que hacer que el equipo fuera económicamente viable. Con el éxito le llovieron ofertas para empezar otros equipos a lo largo de la cuenca amazónica. Murió en el partido cuando un chamán celoso le partió la cabeza con un hacha. Roque es un jugón inesperado con montones de experiencia en construir y revitalizar equipos. Juega, entrena y es presidente. Más aún, su éxito inspiró la mejor película después de Fuga a la victoria2: La misión.
San Ignacio de Loyola (1491-1556)
¿Porqué seguir las reglas cuando puedes crear las tuyas propias? En una época en la que algunas personas pensaban que había demasiadas órdenes religiosas en la Iglesia, Ignacio fundó la orden masculina más grande de la Iglesia Católica. Un exnoble español que tuvo una experiencia de conversión mientras se recuperaba de una herida de guerra y nunca volvió la vista atrás. Viajó a Tierra Santa y luego fue a clases en la Universidad de París, donde conoció a san Francisco Javier y san Pedro Fabro. Juntos ficharon al Dream Team definitivo: los siete hombres que serían los primeros miembros de la orden de los jesuitas.
Además de la habilidad para inspirar a la gente a seguirle, Ignacio aporta al juego excelentes destrezas comunicativas, debidas a su experiencia manejándose en la Iglesia del Renacimiento. Superviviente de una herida de guerra y su rehabilitación antes de la época de los calmantes, es inmune a las lesiones y jugará aunque le duela. Su capacidad de concentración y disciplina no tienen parangón: una vez pasó un año entero en oración en una cueva cerca de Manresa.